La de hoy, es una historia de carácter personal. Una aventura en toda regla, de manual, que vivi hace cosa de una semana, cuando volví a mi querido Milán unos días por gestiones académicas, y que acabaría convirtiéndose en una escapada de locos. Decidiría ir a Florencia, a pasar el día nada más, pues con lo pequeña que es, si vas a la idea, puedes llegar a verla bien sin encantarte demasiado. Ahí es donde empezaría la historia…